Son muchas las mujeres que aminoran los pechos. Un caso que se da bastante más a menudo de lo que creemos, aunque no tanto como el contrario. A parte de los problemas biológicos que pueden arrastrar unos pechos excesivamente grandes, también existe un tema psicológico que hace que la mujer se anime a pasar por el quirófano para encontrarse más a gusto con su cuerpo, dicen los especialistas.
¿Se dan muchos casos de cirugía de reducción de mama?
-Se dan muchos, pero es más frecuente el aumento que la reducción.
-¿El aumento es la operación más demandada en la cirugía estética?
-Hoy por hoy sí. Hubo un tiempo en el que lo más demandado era la liposucción, pero ahora se dan más casos de aumento de mama. El aumento, la liposucción, la mastopexia, que es subir la mama cuando está caída, y la reducción son las cirugías más demandadas.
-¿Por qué una mujer quiere reducirse el pecho?
-La mayoría es por falta de autoestima, porque no se ven bien y no se encuentran a gusto. Luego hay un pequeño porcentaje que son por problemas biológicos, bien porque el peso de la mama le molesta en la espalda o bien porque la parte inferior de la mama irrita la zona de la piel por el roce y el sudor.
-¿Cuándo se considera que un pecho es muy grande?
-Como norma podríamos decir que un peso normal serían 500 gramos cada mama. Nosotros llamamos gigantomastia cuando nos encontramos con un peso de kilo o kilo y medio por mama. Esos pechos producen muchos problemas físicos y ahí no hablaríamos de estética sino de medicina tradicional. De hecho eso lo operan en la seguridad social.
-¿Con qué edad suelen ir a reducirse la mama?
-En edades tempranas, hablamos de los veinte a los treinta años. Aunque también nos encontramos con algunas mujeres mayores que no han podido operarse antes porque no existía esa posibilidad.
-Cuando una mujer coge peso, ¿también le engorda la mama proporcionalmente?
-Por debajo de la glándula mamaria tenemos tejido graso y ese tejido engorda y adelgaza al igual que el resto del cuerpo. Ahora bien, igual que hay personas que acumulan más grasas en las caderas o en el abdomen, también las hay que acumulan más en la mama.
-¿Las demandas de este tipo de operaciones dependen de la época del año?
-Siempre hay más demanda en primavera. Si lo piensa es lógico porque influyen dos temas importantes. El primero, empezamos a quitarnos ropa y nos acordamos de que no estamos a gusto con nuestro cuerpo; y, el segundo, aprovechan las vacaciones para hacer el postoperatorio y no faltar al trabajo. No se puede olvidar que las operaciones de estética no tienen baja laboral, si no hay problemas de salud.
-¿Existe alguna otra terapia para aminorar el pecho sin pasar por el quirófano?
-No, la única solución es la cirugía. Es más, en la mama no se puede hacer una técnica como la liposucción, meter una cánula y succionar la grasa, porque se dañaría la glándula mamaria. La técnica que se emplea es la tradicional, abrir la piel y cortar el sobrante que tenga tanto de glándula, de grasa y de piel.
-¿Después queda cicatriz?
-Sí. El aminoramiento necesita una cirugía compleja. En este caso siempre quedará una cicatriz periareolar alrededor de toda la areola, y en muchas ocasiones otra vertical que irá de la areola hasta el surco submamario.
Fuente: larazon.es