La reconstrucción mamaria es un campo de la cirugía estética que no sólo abarca la famosísima operación de aumento de pecho. La reducción de talla, la mastopexia o elevación, la cirugía posterior a la mastectomía, las mamas tuberosas y otras lesiones relativas al pecho femenino y también al masculino se integran también en este apartado.
Entre ellas se encuentra un curioso diagnóstico: la sinmastia, término que define la unión de ambas mamas, ante la ausencia del surco intermamario o canalillo.
La sinamastia no es una lesión común, ni en su origen congénito, ni en su aparición posterior a una intervención de aumento de mamas en la que la distancia medial de ambos pechos no es la anatómicamente correcta.
En el primero de los casos es de muy rara aparición y el efecto se produce porque ambas mamas están unidas, ya al nacer, mediante una pequeña membrana cutánea.
El segundo supuesto, el de la unión tras pasar por un quirófano estético, puede tener diferentes orígenes, aunque el habitual es que a la hora de diseñar el bolsillo – la cavidad que diseña el cirujano para alojar la prótesis – sobrepasa el límite medial y ambos senos quedan unidos.
Esto es, la distancia que tiene que haber entre un pecho y el otro, que tiene que tener ser como mínimo de un centímetro. Si no se respeta, se produce sinmastia. No tiene que ver con la forma de las prótesis – da igual que sean redondas o anatómicas – sino con la pericia de quien lleva el bisturí en el quirófano.
Sin embargo, el tamaño sí importa en este caso. Si a una paciente se le implantan unas prótesis, digamos, XXL, grandes y desproporcionadas en relación al contorno y al resto del cuerpo, por supuesto que el surco intermamario desaparece. Quedan muy unidas y se pierde la belleza de esa separación pequeña, justa, pero necesaria.
En cualquiera de los casos, la sinmastia se corrige con una intervención sencilla en la que se debe rediseñar el bolsillo de cada pecho. Puede, – y esta ya es una operación más compleja – que tengamos que sustituir las prótesis de gran tamaño por unas menores.
Dependiendo de cada caso se tendrá que llevar un arnés ortopédico durante el tiempo que prescriba el cirujano.
Fuente: nosotras.com