Las quemaduras son lesiones producidas en los tejidos vivos, debido a la acción de diversos agentes físicos (llamas, líquidos u objetos calientes, radiación, corriente eléctrica, frío), químicos (cáusticos) y biológicos, que provocan alteraciones que van desde un simple eritema hasta la destrucción total de las estructuras.
Depende la profundidad y la causa de las quemaduras el tratamiento que se aplicará, pero en esencia se trata de destrucción del tejido por causa de una exposición exagerada a una fuente de calor, energía o química.
El principal objetivo a la hora del tratamiento para curar una quemadura es restablecer el tejido perdido, propiciando la regeneración natural de las células o utilizando implantes de piel en casos de quemaduras en las que el tejido no pueda regenerar solo.
Actualmente es posible cultivar células de la piel para hacer injertos en quemaduras muy severas y las investigaciones en este campo han avanzado de tal manera que desarrollaron numerosos materiales estériles para vendar las zonas afectadas a fin de evitar la infección, principal preocupación a la hora de tratar una quemadura.
La cirugía estética reparadora para las quemaduras tiene como finalidad devolver la funcionalidad a la zona afectada, para lo cual puede requerir múltiples procedimientos, injertos u operaciones, y devolver al paciente la cualidad estética, principalmente por las consecuencias psicológicas que pueden acarrear.
Debe estar conectado para enviar un comentario.