A través de campañas de información y concientización dirigidas por organismos de salud, asociaciones y agremiaciones de prestigio, incluso por medios de comunicación, se ha hecho especial énfasis sobre los devastadores efectos que causan los biopolímeros en el cuerpo.
Estamos hablando de sustancias sintéticas, que incluyen componentes tales como silicona líquida, algunos derivados de la parafina, aceites e incluso materiales no aptos para las personas.
Los biopolímeros son productos no compatibles con el organismo que se inyectan en alguna parte del cuerpo con el fin de aumentar su tamaño. Son promocionados en el mercado y son muy atractivos por los bajos costos de tratamiento.
Pese a todo esto, muchos establecimientos de dudosa reputación y/o personas sin experiencia, siguen ofreciendo rellenos faciales y corporales que supuestamente contienen elementos inofensivos como el ácido hialurónico, sin embargo, es importante aclarar que ninguna de estas sustancias inyectables son realmente confiables y seguras, ya que en determinado tiempo, el cuerpo las rechaza generando una reacción negativa, a tal punto de ocasionar graves consecuencias de salud.
¿Cómo eliminar estos biopolímeros del cuerpo?
Se trata de componentes altamente agresivos y dadas sus condiciones, no es posible retirarlos totalmente pues cuanto más tiempo convivan en el organismo llegan a infiltrarse en los tejidos sanos. Sin embargo, hoy en día, es posible eliminar biopolímeros de cualquier parte del cuerpo y dar un manejo apropiado que beneficie al paciente, mediante tratamiento médico que reduce los efectos negativos permitiendo una eliminación menos complicada. Posteriormente, se utilizan dos técnicas para lograr una extracción efectiva:
– El ultrasonido, consiste en usar un dispositivo que emite ondas de calor en la(s) zona(s) afectada(s), diluyendo o pulverizando los cristales que generan estas sustancias para luego ser eliminados por succión.
– La remoción directa, se utiliza en casos de gravedad, donde existe una reacción severa. Se trata de una intervención quirúrgica en la que se determina el área donde se encuentra la sustancia y se elabora una incisión para retirarla directamente.
En cualquiera de los dos procedimientos quedan irregularidades y secuelas en el área tratada que probablemente migren hacia otras partes del organismo o lleguen a reproducirse, por lo que será necesario seguir con los medicamentos y quizás sea conveniente realizar de nuevo el tratamiento de remoción.
Hay que resaltar que la cirugía plástica, estética y reconstructiva permite aumentar el tamaño de cualquier parte del cuerpo con procedimientos avalados científicamente realizados por profesionales idóneos mediante procesos que cumplen estrictos estándares de calidad y asepsia.
No caiga en falsa publicidad ni crea en tratamientos de los cuales no tenga la total certeza que son seguros.
Recuerde que los únicos métodos confiables para dar volumen, que tienen evidencia de expertos y garantizan resultados positivos son:
– La grasa del propio paciente, previamente extraída mediante liposucción e implantada en la zona deseada.
– Los implantes en materiales y tamaños adecuados según el área que se desee resaltar.
Fuente: blogs.eltiempo.com