El cuero cabelludo de un adulto contiene alrededor de 100.000 cabellos, y lo normal es que perdamos entre 80-100 cabellos de la cabeza al día. Se trata de un proceso normal y natural de renovación. Pero cuando la caída de pelo deja sus marcas en cepillos, peines, ropa, baño… y poco a poco vamos encontrando zonas con baja densidad capilar en nuestra cabeza, saltan las alarmas. El asunto es preocupante, no solo por la estética, sino porque en algunos casos puede ser síntoma de alguna enfermedad.
Perder cierta cantidad de cabellos al día es normal, como una consecuencia natural de la renovación celular. Pero cuando la caída de pelo se hace patente en cepillos, peines, ropa, baño…, y poco a poco vamos encontrando zonas con baja densidad capilar en nuestra cabeza, saltan las alarmas. El asunto es preocupante, no solo por la belleza, sino porque en algunos casos puede ser un síntoma de alguna enfermedad.
Los médicos definen la alopecia como un debilitamiento visible o una pérdida excesiva de cabello. Este problema puede aparecer tanto en hombres como en mujeres y puede tener diferentes causas. Ahora bien, en la mayoría de los casos hay una predisposición genética, que hace que los folículos capilares reaccionen de forma más sensible a las hormonas sexuales.
Aunque la pérdida de pelo es un proceso normal, cuando ésta supone más de 100 cabellos al día podemos encontrarnos ante un proceso alopécico. Para descubrir las soluciones, primero es necesario conocer qué tipo de alopecia padecemos.
1.Alopecia cicatrizal: este tipo de afección se debe a problemas dermatológicos (infecciones de la piel, quemaduras, eccemas, etc.) por lo que las raíces quedan destruidas y la pérdida de cabello es irreversible. En este caso, un tratamiento anticaída no tendrá efecto.
2.Alopecia no cicatrizal: el folículo piloso permanece vivo y es posible la recuperación capilar. Existen cuatro tipos:
- Alopecia androgénica, afecta exclusivamente a los hombres. Suelen padecerla el 80% de los mayores de 65 años y el 50% de la población de más de 50 años. Tiene una causa genética y su aparición está inducida por los andrógenos (hormonas sexuales masculinas).
- Alopecia areata, es un tipo de calvicie de origen desconocido que se manifiesta en forma de calvas en el cuero cabelludo, la barba y a veces las cejas. Afecta tanto a hombres como mujeres y a cualquier edad.
- Alopecia difusa, afecta principalmente a las mujeres. Es menos severa que la androgénica y tiene generalmente como resultado la aclaración difusa y uniforme del pelo en el cuero cabelludo. Puede deberse entre otras causas a la ansiedad, el estrés, la depresión, el embarazo, postparto, menopausia, etc.
- Alopecia traumática o por tricotilomanía es aquella provocada por la propia persona al arrancarse el pelo.
Las causas más comunes de la caída de cabello son:
- Hereditarias
- Estado psicológico: estrés, ansiedad o depresión.
- Problemas alimenticios: mala nutrición, anorexia.
- Algunas enfermedades, como tiroideas o la sífilis, producen alopecia.
- Infecciones.
- Interacciones farmacológicas: quimioterapia y radioterapia, elevadas dosis de vitamina A, anticoagulantes…
- Anemia.
- El aborto, postparto y menopausia.
- La propia tensión de la raíz del pelo por el uso continuado de horquillas o gomas.
Si crees que puedes padecer alopecia, o que estás perdiendo cabello rápidamente o a temprana edad, consulta a tu dermatólogo, para que analice la causa particular de la caída del cabello y establezca la mejor forma de solucionar el problema (complementos alimenticios, lociones y champús anticaída, preparados medicamentosos con minoxidil o finasterida, tratamiento hormonal, etc…).
Fuente: nutricionsaludybelleza.es