El paso del tiempo nos afecta a todos, y aunque siempre es bueno recibirlo con una sonrisa, la forma de afrontarlo depende de cada uno.
Las primeras señas de envejecimiento tienden a aparecer alrededor de los ojos, ya que es una zona de mucha expresividad y la piel de los párpados es muy fina. Esas arrugas pueden dar un aspecto de cansancio o tristeza para quien las padece, y en algunos casos pueden resultar molestas.
La operación estética que las elimina se llama blefaroplastia o cirugía de párpados, y consiste en una intervención para retirar el exceso de piel y el tejido graso que se acumula ahí.
La operación no es demasiado complicada, dura en torno a las dos horas, siendo la anestesia local con sedación, y sin requerir hospitalización salvo que el cirujano lo estime de otro modo.
Muchas veces los pacientes optan por la blefaroplastia como complemento a otras técnicas de lifting. El proceso se realiza mediante unas incisiones en las que se aparta la piel innecesaria y se tensa la zona. Las cicatrices no son apenas visibles y tienden a desaparecer, porque los párpados cicatrizan muy rápido.
Existe otro modo de hacerlo sin que queden marcas, a través la conjuntiva, pero este procedimiento sólo está aconsejado para aquellos que tienen bolsas en los ojos, sin piel sobrante.
No hay una edad perfecta para hacerse esta intervención quirúrgica, ya que la caída de la piel de los párpados, las bolsas oculares y otras arrugas, no son solo una cuestión de edad, sino también de genética. Por eso, unas personas las tienen antes o más marcadas que otras.
De todos modos, últimamente se están dando casos de gente muy joven que decide someterse a esta cirugía, cuando los signos de envejecimiento son todavía muy sutiles. En cualquier caso, será conveniente acudir al médico de cabecera o a un experto para que evalúe las posibilidades y aconseje en consecuencia.
Fuente: sendasenior.com