La búsqueda de un cuerpo ideal nos lleva a consumir alimentos de calidad, a realizar deportes con asiduidad, acciones muy efectivas pero que suponen un tiempo prolongado para que tomen forma en nuestro cuerpo. Para los que no pueden o quieren esperar tanto, ni tampoco quieren sacrificarse excesivamente para alcanzar un físico atractivo, existen otras vías; pueden optar por la cirugía plástica o cirugía estética.
Se realizan una media de 20 millones de intervenciones estéticas en todo el mundo, según las estadísticas difundidas por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica. El análisis de los datos publicados por la ISAPS permite conocer cuáles son los países en los que las operaciones estéticas son más frecuentes. El primer lugar en el ranking de los países más proclives a las operaciones estéticas lo ocupa Corea del Sur, donde se realizan casi 20 intervenciones por cada 1.000 habitantes, le sigue Estados Unidos, con 12,7 intervenciones por cada 1.000 habitantes, Brasil y Japón, con 10 y Colombia, con 7,4.
Estos datos confirman la buena salud de este tipo de operaciones y la buena aceptación que tiene entre la población. Las principales intervenciones quirúrgicas están destinadas al aumento mamario, a la liposucción, la blefaroplastia (reparación del párpado), rinoplastia y abdominoplastia.
Esta última técnica de cirugía estética es la que sugiere un mayor aumento proporcional en intervenciones, debido en parte a la seguridad que aportan las intervenciones y en parte a la necesidad, cada vez más tendente de llevar un cuerpo con un vientre plano, que existe en la sociedad moderna.
La abdominoplastia, la cirugía que más crece
Las intervenciones quirúrgicas para la remodelación del contorno corporal son múltiples y frecuentes en la cirugía plástica, representando una alta y creciente proporción las diversas técnicas de abdominoplastias.
Con un incremento exponencial del 510% desde el año 1992 al año 2004 en estas intervenciones, en el año 2008 se realizaron más de 147 mil abdominoplastias en Estados Unidos, siendo el quinto procedimiento quirúrgico estético más solicitado por mujeres en dicho año y, desde entonces, la tendencia se ha mantenido constante en su crecimiento durante los últimos años.
La abdominoplastia o cirugía del abdomen consiste en la extirpación del exceso de piel y grasa abdominal y en la corrección de la flaccidez muscular. Esta situación de exceso de piel y relajación de la pared abdominal se suele dar en pacientes que han tenido aumento de peso y pérdida posterior o en mujeres que han tenido varios embarazos.
La abdominoplastia es la operación donde se consigue un abdomen más plano, más firme y una cintura más estrecha.
Información sobre esta intervención
Si se está planteando esta intervención, le será útil ir informado para saber a qué se enfrenta.
La intervención se realiza bajo anestesia general, practicándose una incisión por encima del vello pubiano que se prolonga hacia las caderas. Se libera la piel del abdomen y, si es preciso, se refuerzan con suturas los músculos abdominales. Se tracciona hacia abajo la piel sobrante y se extirpa.
Después de la operación, el paciente llevará una faja especial, reforzada con un vendaje, según cada caso individual. Las cicatrices alrededor del ombligo y en el abdomen inferior irán mejorando con el transcurso del tiempo.
No obstante, en algunos casos es preciso realizar una revisión cicatricial con anestesia local. Como posibles, aunque raras complicaciones, cabe mencionar la pérdida de vitalidad (necrosis) de la piel situada por encima del pubis que puede requerir un tratamiento postoperatorio más prolongado. Igualmente, pueden aparecer seromas y/o hematomas que requieran evacuación.
El paciente muestra más interés por las posibles complicaciones y qué puede hacer para evitarlas o atenuarlas que por la operación en sí, sobre la que no puede actuar y deja en manos de los profesionales.
En cualquier caso, debe conocer que no suele existir complicaciones generales, en cuanto a las complicaciones locales alcanza una media de un 16,8% en el conjunto de todos los pacientes intervenidos, siendo, como decimos, dada por necrosis de piel, seroma y dehiscencia parcial de la herida operatoria.
Dos posibles modos de intervención para la abdominoplastia
Con el propósito de aumentar la información para todos aquellos que quieran someterse a una reducción abdominal mediante operación quirúrgica, han de saber que existen dos métodos para realizarlas.
La abdominoplastia clásica definida en este artículo y la lipoabdominoplastia donde se puede remover en la misma sesión todo el exceso de tejido graso del abdomen con liposucción y resecar después toda la piel excedente, reparar los músculos abdominales y dejar así un abdomen juvenil, no solo firme, sino delgado y bien modelado.
Ambas técnicas quirúrgicas son seguras, factibles y reproducibles. La lipoaspiración asociada a la abdominoplastia no aumenta ni las complicaciones ni los «retoques», derribando mitos del pasado.
Fuente: panorama.com.ve