En cinco años se ha duplicado la cifra de varones que deciden operarse. Los jóvenes se retocan orejas, nariz y las marcas de acné.
Han abandonado sus complejos y se ponen, cada vez más, en manos de profesionales para retocarse las partes del cuerpo que no les gustan, y sentirse más satisfechos con su fisonomía. Las operaciones más demandadas por los varones son las liposucciones, las correcciones de arrugas y las operaciones de párpados y nariz. Así lo explicaron diversos profesionales de cirugía plástica y estética consultados por 20 minutos.
Hace 5 años, la proporción era de un varón por cada nueve mujeres que decidían entrar en un quirófano para someterse a una operación de cirugía estética. Ahora, se ha duplicado la demanda masculina y una intervención de cada cuatro se la hacen a ellos. Sus preferencias varían en función de la edad.
Hasta los cuarenta años, las operaciones más demandadas son la otoplastia, o arreglo de las orejas, la liposucción de abdomen y michelines y la rinoplastia, o modificación de la nariz.
Entre los mayores de 40 años predominan las operaciones de párpados y los liftings, dos técnicas revolucionarias en la lucha contra el envejecimiento y que suponen el 45% de las operaciones de estética en personas maduras. También solicitan rinoplastias y otoplastias.
Los más temerosos de pasar por el bisturí recurren a procedimientos estéticos menores, como las inyecciones de un relajante muscular en las líneas de expresión para que desaparezcan temporalmente las arrugas. Su efecto dura de 6 a 8 meses.
Los más jóvenes buscan eliminar las cicatrices provocadas por el acné a través de láser, dependiendo de la extensión de las marcas).
De la medicina a la belleza
Las antiestéticas ‘tetillas’: Son frecuentes las visitas masculinas al cirujano plástico para acabar con las acumulaciones de grasa en el pecho o con el crecimiento excesivo de la glándula mamaria. Se trata mediante liposucción o a través de cirugía. Adelgazar a golpe de pinchazo: Los reacios al quirófano recurren a la mesoterapia. Consiste en inyectar un producto que promueve la absorción progresiva de grasas en las partes del cuerpo que se desean reducir.
Los resultados no son inmediatos. Un origen militar: La cirugía plástica nació después de la Segunda Guerra Mundial, para mejorar las condiciones físicas de los heridos en el frente. Se desarrolló con fuerza a partir de los años sesenta. Las mujeres se decantan por mejorar sus pechos Las maduras quieren juventud y las jóvenes exuberancia. Las mujeres siguen siendo mayoría en los centros de estética y los aumentos de pecho son la operación estrella.
Fuente: 20minutos.es