La cirugía para reconstrucción mamaria recae en general dentro de dos categorías: la primera utiliza los propios tejidos de la mujer extraídos de otra zona del cuerpo para formar los montículos mamarios, en lo que se conoce como reconstrucción mamaria autóloga; y la segunda utiliza implantes mamarios para rediseñar las mamas.
Si en algún momento decide someterse a una reconstrucción mamaria, la alternativa de tratamiento estándar para un historial como el suyo sería la reconstrucción autóloga. Esa opción brindará la mejor probabilidad de obtener buenos resultados con el menor riesgo de complicaciones.
En la mayoría de casos, las mujeres sometidas a tumorectomías para tratar el cáncer de mama también reciben radioterapia en la pared torácica. La radiación puede dañar los tejidos, volviéndolos más firmes, tensos y menos flexibles que la piel no irradiada. La cirugía para colocación de implantes requiere de expansores para estirar gradualmente la piel y los tejidos del pecho a fin de crear espacio para los implantes. La piel irradiada no se estira fácilmente, por lo que puede resultar difícil usar expansores tisulares en las mujeres que antes recibieron radiación en la pared torácica.
Otra razón por la que la reconstrucción autóloga sería su mejor alternativa es porque usted optó por no someterse a la reconstrucción de inmediato. Cuando la reconstrucción mamaria se realiza de inmediato, el cirujano que realiza la mastectomía normalmente deja un colgajo de piel que sirve para rediseñar la mama. En cambio, cuando no se planifica la reconstrucción, el cirujano no deja nada de piel adicional y sin ese colgajo de piel, es más difícil reconstruir la zona del seno de forma que permita colocar un implante.
Pese a lo expuesto, también es importante entender que la reconstrucción mamaria autóloga es una cirugía compleja. En ese procedimiento, el cirujano transfiere una sección de piel, músculo, grasa y vasos sanguíneos desde alguna parte del cuerpo hasta el pecho. El tejido generalmente proviene del abdomen, aunque puede también transferirse desde la espalda, los glúteos o la parte interior de los muslos. Existe la posibilidad de que tanto la piel como el tejido transferido requieran suplementarse con un implante mamario a fin de alcanzar el tamaño deseado. El procedimiento completo puede durar diez horas o más.
Algunas mujeres no desean someterse a una cirugía tan invasiva como la reconstrucción autóloga, y si usted se encontrase entre ellas, pero igual deseara la reconstrucción mamaria, entonces puede haber otra alternativa. En algunos casos, es posible colocar implantes mamarios en una mujer con piel dañada por la radiación, si antes de la operación se prepara cuidadosamente la piel.
La preparación puede implicar recibir un tratamiento para mejorar la calidad de la piel irradiada, conocido como terapia de oxigenación hiperbárica. La preparación quirúrgica también puede incluir un procedimiento de liposucción para extraer grasa de otra parte del cuerpo y colocarla en la zona irradiada. Todo eso crea un bolsillo más flexible y suave de piel para el implante, además de depositar una capa de grasa más gruesa en la piel, bajo la que se puede colocar el implante.
Ese tipo de preparación para la cirugía de colocación de implantes mamarios no es algo común, ni se ofrece en todas partes. La tasa de complicaciones y de fracaso del implante con esa técnica es mayor que con la reconstrucción autóloga. No obstante, sí ha sido posible realizarla con éxito y puede ser una alternativa eficaz, siempre y cuando esté en manos de un cirujano plástico experimentado y especializado en reconstrucción mamaria.
Si usted decide que efectivamente desea la reconstrucción mamaria, el primer paso que debe dar es reunirse con un cirujano plástico para conversar acerca de sus circunstancias personales y revisar todas las alternativas disponibles. Juntos podrán decidir la mejor alternativa para su situación.
Fuente: informe21.com