Por vanidad, las cifras de estas intervenciones ha crecido notablemente, especialmente en América Latina
Con el paso del tiempo, los estándares de belleza femenina han ido evolucionando. Actualmente, todas vivimos estigmatizadas: Somos muy altas o muy chaparritas, muy gorditas o muy delgadas, muy inteligentes o muy tontas; y ahora resulta que hasta en la zona íntima, tenemos miles de defectos.
El problema principal es que algunas mujeres son fáciles de influenciar o manipular, pues ellas son las que siempre buscan la manera de conseguir esa “belleza” y “perfección” que los medios de comunicación nos han vendido, y al costo que sea; aún así pongan en riesgo su salud.
Tal vez sea por eso que, hoy en día, las famosas cirugías plásticas se encuentran en su apogeo. De nariz, para aumentar el busto y liposucción son de las más recurrentes en las clínicas especialistas; pero en los últimos años, un fenómeno nuevo ha surgido y hoy en día, ha crecido notablemente, especialmente en Latinoamérica: Las cirugías genitales femeninas.
“Ya sea por necesidad o por capricho, las mujeres están dispuestas a estas cirugías. El porcentaje no es exacto, pero va en aumento, dada la necesidad”, según menciona Sexlecciones, en general las consultas se realizan desde los 14 a 15 años en adelante para labioplastía, y desde la segunda década por las secuelas del parto.
En este sentido, el mismo portal menciona que las cirugías más recurrentes en Latinoamérica son:
1. Vaginoplastía
En esta intervención se realiza un estrechamiento vaginal, buscando reducir este tejido que ha perdido elasticidad después del parto o con el paso de los años. Sin embargo, se advierte que hay muchas pacientes que tienen una vagina de tamaño normal, y que lo único que necesitan es kinesioterapia específica para el piso pelviano para mejorar el tono muscular.
2. Relleno del punto G
En este procedimiento se realiza una inyección de algún producto, como ácido hialurónico, en el punto G, para aumentar la sensación de placer durante el acto sexual.
3. Reparación del himen
Consiste en unir la membrana que cubre la entrada de la vagina y que se rompe con la primera relación sexual.
4. Vulvoplastia o Pexia vulvar
Es un levantamiento de esta zona que se presenta laxa con los cambios de peso y los embarazos. Se realiza a través de una incisión similar a la cesárea, o como un procedimiento complementario a una abdominoplastía.
5. Labioplastia
Se realiza cuando hay un desarrollo exagerado de los labios menores en comparación a los mayores, y causa incomodidad con la ropa interior, el ejercicio y relaciones íntimas.
Caso aparte es la reciente tendencia de la depilación, y lo mencionamos como reciente por que apenas tiene un par de años. En ella, las mujeres buscan la depilación completa y total de la zona íntima, sin un pelo.
«Este auge se debe a la concomitancia de dos fenómenos. La libertad sexual coincide con el renacimiento de un modelo machista que infantiliza los genitales femeninos. El pubis perfecto no tiene pelo ni nada que sobresalga o sea grande; justo lo contrario que en el hombre, donde impera el XXL. Además, hemos pasado de una sexualidad de prohibición a una de consumo. El sexo se vende como una actividad que se debe practicar más y mejor. Las mujeres llevan toda la vida interiorizando los parámetros que las convierten en deseables. Su cuerpo no deja de ser un producto», según S Moda.
Fuente: de10.com.mx
